A propósito desse artigo de Fabrício Estrada sobre o Haiti, anoto um ato falho que vi Lula cometer: ele disse que o homem dos Estados Unidos para o Haiti é o Bil Clinton. Uma voz o corrigiu: "o homem da ONU"! E ele corrigiu-se: "O homem da ONU para o Haiti..." Um ato falho diz tudo.
Ante el desastre casi absoluto que asola Haití, no se puede más que indagar el cómo un país puede llegar a ese nivel de postración sin la capacidad de responder con los mínimos recursos dentro de su territorio.
La historia de Haití es casi una “vida paralela” con respecto a Honduras. El Huracán Mitch desnudó a fondo nuestra estructura de prevención y nos puso en mendicidad internacional una vez que se recibieron las honestas y muy humanas muestras de solidaridad.
Isla de Guanaja, Honduras, después del Mitch, 1998
La mendicidad de la que hablo, llevó al Gobierno de Ricardo a una puja similar a la que se acostumbra en las subastas, con el fin de meter al país –a como diera lugar- al club “País Pobre Altamente Endeudado” (PPAE, HIPC, por sus siglas imperiales). Al parecer, Honduras cumplió con el programa de pagos y le fue aliviada la deuda, pero en el ínterin, las exigencias del FMI acerca del “saneamiento fiscal”, le dieron a la Empresa Privada un total empoderamiento de las regulaciones estatales, todo bajo el sambenito de la ineficiencia gubernamental.
En Haití (miembro V.I.P. del HIPC), no se pudo siquiera llegar a pagar la deuda de los fondos para Reducción de la Pobreza ni a sanear al mínimo sus instituciones fiscales. La devastación económica sumada a la inestabilidad artificial con que mantienen en la miseria al país lo ha impedido. Haití, al igual que Somalia, es un Estado fallido… y Honduras, en este momento, también lo es dado la destrucción del sistema jurídico para avalar el Golpe de Estado.
Chabolas en Puerto Príncipe, donde más impacto tuvo el terremoto.
Tanto Honduras como Haití le han servido como “territorio de contención” a dos imperios: Haití se encuentra en medio de Cuba y República Dominicana. La mejor forma que encontraron los gringos y los franceses para detener la “expansión cubana” hacia República Dominicana fue mantener en el caos a la desgraciada Haití.
Santo Domingo, República Dominicana
República Dominicana siempre ha sido una grave preocupación para la visión imperial francesa y estadounidense. La autodeterminación popular dominicana, que tomó como ejemplo histórico la gesta libertaria de los haitianos contra el colonialismo francés, fue soterrada con la imposición del dictador Trujillo (1930-1961) y con el derrocamiento de Juan Bosch en 1965, lo que detonó una guerra civil que dio paso y pretexto para la invasión gringa. La Honduras de Villeda Morales, vergonzosamente, contribuyó con tropas para la “estabilización”. El proyecto de Juan Bosch había sido aniquilado, y con él, se procedió a la sobre-explotación de los recursos naturales de Haití mediante transnacionales francesas y norteamericanas hasta consumirla en lo que hoy es un territorio monstruosamente descombrado y devastado por el SIDA y las bandas criminales. Así es que, entre Cuba y República Dominicana se erige un muro humano de espantosa miseria. En la retaguardia, las bases militares imperiales en Puerto Rico, vigilan.
Diferencia entre el lado haitiano y el dominicano
Como se demuestra, las estrategia imperialista siempre ha sido la de invisibilizar un territorio determinado, exprimirlo al máximo, postrarlo, y clavarlo en medio de una región con reivindicaciones populares… todo con el fin de llevar a la población a un nivel de enajenación tal que el fatalismo sea la dialéctica generalizada . De esta forma, el país intervenido se convierte en un centro desestabilizador para sus países vecinos, en el epicentro de un terremoto continuo que mata lento pero constante. El Golpe de Estado contra Aristide y Manuel Zelaya son demostraciones científicas irrefutables.
do blog fabricioestrada.blogspot.com
Uma música cada vez mais atual:
Um observatório da imprensa para a cidade de Bom Despacho e os arquivos do blog Penetrália
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sexta-feira, 15 de janeiro de 2010
segunda-feira, 28 de dezembro de 2009
Sou um Homem Morto

Muito bem: como é um homem morto?
Quem é que vê e prefere ver um homem morto?
Sou um homem morto.
Um poeta aniquilado.
Um poeta esfumado (bela conquista de Da Vinci - sfumato)
Muito bem: tenho poucas horas. Me procuram.
Sou uma espiral galáctica que se encerra e busca o núcleo, que se desfaz sobre si mesma, que se contém e logo explode.
Sou um homem morto e todos esperam a notícia. Apenas feito menor pela pobreza dos detalhes, a pobreza do obituário...me arde a pouca beleza do meu epitáfio.
Não mandarei cartas e revisarão de maneira póstuma o que agora escrevo.
Pouca profundidade deu o tempo ao fóssil e assim, os ossos foram pasto de museus, estudo para os sábios, folclore para os humanóides.
Levanto cedo e simulo ser cidadão. Mostro a todos a cicatriz dos cravos. Santo Tomás toma de novo sua lança, escava e apenas crê que a morte é o final de uma ilusão.
Sou um homem morto.
E ninguém acredita.
Fabrício Estrada (fabricioestrada.blogspot.com)
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segunda-feira, 5 de outubro de 2009
Um mundo para todos dividido, Roberto Sosa
a entrada
Un mundo para todos dividido - Roberto Sosa - HND- 1971
Las sales enigmáticas
Los generales compran, interpretan y reparten
la palabra y el silencio.
Son rígidos y firmes
como las negras alturas pavorosas.
Sus mansiones
ocupan
dos terceras partes de sangre y una de soledad,
y desde allí, sin hacer movimientos,
gobiernan los hilos
anudados a sensibilísimos mastines
con dentadura de oro y humana apariencia, y combinan,
nadie lo ignora, las sales enigmáticas
de la orden superior mientras se hinchan
sus inaudibles anillos poderosos.
Los generales son dueños y señores
de códigos, vidas y haciendas, y miembros respetados
de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
El aire que nos queda
Sobre las salas y ventanas sombreadas de abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía (tejida y destejida largamente)
hija de las grandes traiciones hechas a nuestros padres y abuelos:
estamos solos.
Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos inclinados que el miedo
y la duda edifican.
Sobre la tierra de nadie de la historia:
estamos solos,
sin mundo,
desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre,
estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.
Los elegidos de la violencia
No es fácil reconocer la alegría
después de contener el llanto mucho tiempo.
El sonido de los balazos
puede encontrar de súbito
el sitio de la intimidad. El cielo aterroriza
con sus cuencas vacías. Los pájaros pueden
alojar la delgadez
de la violencia entre patas y pico.
La guerra fría
tiende su mano azul y mata.
La niñez, aquella de los cuidados cabellos de vidrio,
no la hemos conocido. Nosotros nunca hemos sido niños.
El horror asumió su papel de padre frío. Conocemos su fuerza con lentitud de asfixia. Conocemos su rostro línea por línea,
gesto por gesto,
cólera por cólera. Y aunque desde las colinas admiramos el mar tendido en la maleza, adolescente el blanco oleaje,
nuestra niñez se destrozó ne la trampa
que prepararon nuestros mayores.
Hace ya muchos años
la alegría
se quebró el pie derecho y un hombro,
y posiblemente ya no se levante,
la pobre.
Mirad,
miradla cuidadosamente.
Un mundo para todos dividido - Roberto Sosa - HND- 1971
Las sales enigmáticas
Los generales compran, interpretan y reparten
la palabra y el silencio.
Son rígidos y firmes
como las negras alturas pavorosas.
Sus mansiones
ocupan
dos terceras partes de sangre y una de soledad,
y desde allí, sin hacer movimientos,
gobiernan los hilos
anudados a sensibilísimos mastines
con dentadura de oro y humana apariencia, y combinan,
nadie lo ignora, las sales enigmáticas
de la orden superior mientras se hinchan
sus inaudibles anillos poderosos.
Los generales son dueños y señores
de códigos, vidas y haciendas, y miembros respetados
de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
El aire que nos queda
Sobre las salas y ventanas sombreadas de abandono.
Sobre la huida de la primavera, ayer mismo ahogada
en un vaso de agua.
Sobre la viejísima melancolía (tejida y destejida largamente)
hija de las grandes traiciones hechas a nuestros padres y abuelos:
estamos solos.
Sobre las sensaciones de vacío bajo los pies.
Sobre los pasadizos inclinados que el miedo
y la duda edifican.
Sobre la tierra de nadie de la historia:
estamos solos,
sin mundo,
desnudo al rojo vivo el barro que nos cubre,
estrecho
en sus dos lados el aire que nos queda todavía.
Los elegidos de la violencia
No es fácil reconocer la alegría
después de contener el llanto mucho tiempo.
El sonido de los balazos
puede encontrar de súbito
el sitio de la intimidad. El cielo aterroriza
con sus cuencas vacías. Los pájaros pueden
alojar la delgadez
de la violencia entre patas y pico.
La guerra fría
tiende su mano azul y mata.
La niñez, aquella de los cuidados cabellos de vidrio,
no la hemos conocido. Nosotros nunca hemos sido niños.
El horror asumió su papel de padre frío. Conocemos su fuerza con lentitud de asfixia. Conocemos su rostro línea por línea,
gesto por gesto,
cólera por cólera. Y aunque desde las colinas admiramos el mar tendido en la maleza, adolescente el blanco oleaje,
nuestra niñez se destrozó ne la trampa
que prepararon nuestros mayores.
Hace ya muchos años
la alegría
se quebró el pie derecho y un hombro,
y posiblemente ya no se levante,
la pobre.
Mirad,
miradla cuidadosamente.
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